
Referencia en el Tanaj:
- Bereshit (Génesis) 12:3
“Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”Bereshit (Génesis) 22:18:
“En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz.” - Cumplimiento en Yeshúa haMashíaj:
- En el Brit Hadasháh, el cumplimiento de esta profecía está registrado claramente. El Evangelio de Matityah (Mateo 1:1) empieza declarando el linaje mesiánico de Yeshúa como “Hijo de David, hijo de Avraham”.
- El apóstol Shaúl (Pablo), en su carta a los Gálatas 3:16, afirma que la “simiente” de Avraham se refiere específicamente al Mashíaj:
“Ahora bien, a Avraham fueron hechas las promesas y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es el Mashíaj.”
Contexto y Significado Profético:
- Contexto en el Tanaj:
La elección de Avraham marcó el inicio del plan redentor de Adonái para toda la humanidad. La promesa de que “todas las naciones de la tierra” serían bendecidas a través de su descendencia estableció un vínculo directo con el propósito del Mashíaj, quien traería redención no solo a Israel, sino también a los gentiles. - Conexión Mesiánica:
Según los comentarios rabínicos tradicionales, la frase “en tu simiente” se interpretaba como un plural (descendientes físicos). Sin embargo, los intérpretes mesiánicos judíos, basados en el texto paulino, identifican esta simiente singular como una figura única: el Mashíaj. Esto explica cómo el pacto eterno con Avraham culminaría en una bendición universal a través de Yeshúa. - Paralelos y Cumplimiento:
- La genealogía de Yeshúa, descrita en Lucas 3:23-38, traza su linaje hasta Avraham.
- Yeshúa, como el mediador del nuevo pacto, es la personificación de la bendición prometida a las naciones (Ver Efesios 2:11-18).
Perspectiva Rabínica y Mesiánica:
- Comentario Rabínico Tradicional:
Rashi interpreta que la bendición de Avraham se relaciona con el establecimiento de Israel como el canal por el cual Adonái traerá justicia y conocimiento a las naciones. - Comentario Judío Mesiánico:
Yeshúa encarnó este propósito al ser la simiente prometida que no solo salvó a Israel, sino que extendió la salvación a los gentiles. En su ministerio, tanto judíos como gentiles se unieron bajo un pacto renovado, cumpliendo el diseño original de Avraham como padre de muchas naciones.
Reflexión Espiritual:
La promesa a Avraham nos recuerda la fidelidad de Adonái en cumplir Su plan eterno. Así como Avraham confió plenamente en Elohím, también nosotros debemos depender de Él, sabiendo que en Yeshúa tenemos acceso a la bendición eterna. Él es el enlace divino que nos conecta con las promesas de los patriarcas y nos invita a participar de una herencia eterna.
Tefiláh (Oración):
Adonái יהוה, gracias porque cumpliste Tu promesa dada a Avraham, trayendo salvación y esperanza al mundo a través de Yeshúa, el Mashíaj. Ayúdanos a vivir como herederos de esa bendición, llevando Tu luz y Tu verdad a todas las naciones. Que podamos ser fieles a Tu pacto y caminar en obediencia como nuestro padre Avraham.
Amén.
¿Qué implica ser parte de la “simiente de Avraham” en el contexto de Yeshúa?
Ser parte de la “simiente de Avraham” en el contexto de Yeshúa tiene profundas implicaciones espirituales, teológicas e históricas. En el Brit Hadasháh, Shaúl (Pablo) desarrolla este concepto, conectándolo con la obra redentora del Mashíaj y la herencia espiritual de todos aquellos que ponen su fe en Él.
1. Herencia Espiritual y Redención a través de Yeshúa
La “simiente de Avraham” no se limita a los descendientes físicos del patriarca, sino que incluye a todos aquellos que, mediante la fe, son injertados en la promesa de redención:
- Gálatas 3:7-9:
“Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Avraham. Y la Escritura, previendo que Elohím justificaría por la fe a los gentiles, de antemano dio la buena nueva a Avraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.”
Aquí vemos que ser parte de la simiente significa tener una relación con Elohím basada en la fe, como la tuvo Avraham. - La Bendición Universal:
Yeshúa es la personificación de esta bendición, ya que Él abrió el camino para que no solo Israel, sino también los gentiles, fueran reconciliados con Adonái mediante Su sacrificio (Ver Efesios 2:11-13).
2. Participación en el Pacto de Avraham
Adonái hizo un pacto eterno con Avraham (Bereshit 12:1-3), asegurando que su descendencia sería el canal por el cual todas las naciones serían bendecidas. En Yeshúa, este pacto se amplía para incluir a los gentiles:
- Romanos 4:16-17:
“Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la Toráh, sino también para la que es de la fe de Avraham, el cual es padre de todos nosotros.”
Esto significa que los creyentes en Yeshúa participan plenamente en el pacto de Avraham, heredan sus promesas y son hechos partícipes de su misión espiritual.
3. Identidad como Hijos de Avraham
La identidad de los creyentes como “hijos de Avraham” no está basada únicamente en la genealogía, sino en la obediencia y fe demostradas:
- Juan 8:39:
“Si fuerais hijos de Avraham, las obras de Avraham haríais.”
Aquí, Yeshúa enfatiza que ser parte de la simiente implica vivir con una fe activa, imitando la obediencia y confianza de Avraham en Elohím. - Una Familia Espiritual:
La simiente de Avraham trasciende las divisiones étnicas y culturales. En Yeshúa, judíos y gentiles son unidos como un solo pueblo (Ver Efesios 2:14-16), reflejando el propósito original de Adonái para la humanidad.
4. Misión como Herederos del Pacto
Ser parte de la simiente de Avraham implica participar en la misión de extender la bendición de Adonái a todas las naciones. Esto incluye:
- Proclamar la Salvación:
Como descendientes espirituales de Avraham, los creyentes están llamados a proclamar el mensaje de redención en Yeshúa (Ver Mateo 28:19-20). - Ser Luz para las Naciones:
Siguiendo el ejemplo de Avraham, quien obedeció a Elohím y vivió como un peregrino en esta tierra, los creyentes están llamados a ser testigos de la verdad, guiando a otros hacia el pacto eterno.
5. Transformación y Promesa Eterna
La inclusión en la simiente de Avraham a través de Yeshúa también señala una transformación espiritual:
- Nuevo Corazón y Espíritu:
A través de Yeshúa, Adonái renueva el corazón de los creyentes, capacitándolos para cumplir Su voluntad y reflejar Su carácter (Ver Jeremías 31:31-34, Ezequiel 36:26-27). - Promesa de Herencia Eterna:
Los que son parte de la simiente de Avraham heredan no solo las promesas terrenales, sino también la vida eterna en el Reino de Elohím (Ver Hebreos 11:8-10).
Identidad y Propósito en Yeshúa
Ser parte de la “simiente de Avraham” en el contexto de Yeshúa significa ser incluidos en el gran plan redentor de Adonái, basar nuestra vida en la fe y obediencia, y participar en la misión de llevar Su luz al mundo. Esto nos recuerda que la herencia espiritual trasciende la biología, uniendo a toda la humanidad bajo un pacto eterno de salvación y reconciliación.
¿Cómo afecta esta promesa universal nuestra comprensión del propósito del Mashíaj para judíos y gentiles?
La promesa universal hecha a Avraham —que en su descendencia serían benditas todas las naciones de la tierra (Bereshit 12:3)— afecta profundamente nuestra comprensión del propósito del Mashíaj, Yeshúa, y su rol tanto para los judíos como para los gentiles. Esta promesa revela un plan redentor global de Adonái que trasciende las fronteras étnicas, culturales y nacionales, y subraya el papel central del Mashíaj como mediador entre Elohím y toda la humanidad.
1. El Mashíaj: Cumplimiento de la Promesa Universal
- La Simiente de Avraham:
La promesa universal se centra en la “simiente” singular de Avraham, identificada en el Brit Hadasháh como el Mashíaj, Yeshúa (Gálatas 3:16). Esto conecta directamente la obra redentora de Yeshúa con la promesa hecha miles de años antes, afirmando que el propósito del Mashíaj no es limitado a Israel, sino que incluye a todas las naciones. - Restauración Universal:
La obra del Mashíaj no solo cumple la promesa de redención a Israel, sino que también extiende la salvación a los gentiles, reconciliando a ambos pueblos bajo un mismo pacto. En Efesios 2:14-16, Shaúl escribe:
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación… para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz.”
2. Propósito Redentor para Judíos y Gentiles
La promesa universal redefine el propósito del Mashíaj como un mediador que une a todas las naciones, cumpliendo el diseño original de Adonái para la humanidad.
Para el Pueblo Judío:
- Redención Nacional:
El Mashíaj es el cumplimiento de las promesas dadas a los patriarcas y los profetas del Tanaj. Él es el restaurador del pacto eterno con Israel, como se menciona en Jeremías 31:31-34, donde Adonái promete un nuevo pacto para la casa de Israel y Yehudá. - Luz para las Naciones:
Israel, como el pueblo elegido, fue llamado a ser una luz para los gentiles (Isaías 49:6). A través del Mashíaj, este llamado se cumple, ya que Él trae la salvación tanto a Israel como a las naciones.
Para los Gentiles:
- Inclusión en el Pacto:
A través de Yeshúa, los gentiles son injertados en el olivo espiritual de Israel (Romanos 11:17-24). Esto significa que comparten las bendiciones del pacto, sin reemplazar a Israel, sino participando junto a ellos. - Reconciliación con Adonái:
Los gentiles, que antes estaban alejados del pacto y las promesas, ahora tienen acceso a Adonái a través del Mashíaj (Efesios 2:11-13). Esto resalta el carácter inclusivo del propósito mesiánico.
3. Un Reino Multinacional bajo el Mashíaj
El propósito del Mashíaj, revelado en esta promesa, incluye la formación de un pueblo unido de todas las naciones, tribus y lenguas, bajo un solo Rey:
- Daniel 7:14:
“Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará.”
Esto señala que el Reino del Mashíaj no es exclusivo de Israel, sino que abarca a toda la humanidad. - Apocalipsis 7:9:
En una visión celestial, se ve a una multitud de todas las naciones y lenguas adorando al Cordero, confirmando que el propósito final del Mashíaj es la redención universal.
4. La Promesa Universal y la Unidad del Pueblo de Adonái
La promesa universal subraya que, en Yeshúa, no hay distinción entre judíos y gentiles en cuanto a la salvación:
- Romanos 10:12:
“Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan.” - Gálatas 3:28:
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en el Mashíaj Yeshúa.”
Esto no elimina las identidades culturales o étnicas, pero sí las unifica bajo la soberanía del Mashíaj, promoviendo la igualdad en el Reino de Adonái.
5. Implicaciones para Nuestra Comprensión Espiritual
La promesa universal revela que el propósito del Mashíaj es:
- Reconciliar al Hombre con Adonái:
Tanto judíos como gentiles son pecadores necesitados de redención. Yeshúa es el mediador que restaura la relación entre la humanidad y Adonái. - Establecer un Reino de Paz y Justicia:
El Mashíaj no solo redime, sino que también gobierna como Rey justo, trayendo paz y justicia al mundo entero. - Cumplir la Misión de Israel:
La promesa original a Avraham encuentra su realización en el Mashíaj, quien cumple el llamado de Israel como luz para las naciones.
Reflexión
La promesa universal hecha a Avraham nos recuerda que el propósito del Mashíaj es global e inclusivo. Para los judíos, Él es la esperanza nacional de redención; para los gentiles, es la puerta de entrada al pacto eterno. Juntos, ambos pueblos encuentran en Yeshúa un propósito común: adorar a Adonái y proclamar Su gloria al mundo entero.
¿Cómo podemos, como judíos y gentiles, vivir en unidad bajo el propósito universal del Mashíaj, reflejando Su luz en el mundo?
Vivir en unidad como judíos y gentiles bajo el propósito universal del Mashíaj requiere comprender nuestra identidad común en Yeshúa, nuestra misión compartida como Su cuerpo, y la importancia de reflejar el carácter y la gloria de Adonái al mundo. Esto implica acciones prácticas y transformaciones espirituales fundamentadas en la Toráh y el Brit Hadasháh.
1. Reconocer la Unidad en el Mashíaj
La unidad comienza con el entendimiento de que todos, tanto judíos como gentiles, somos reconciliados con Adonái a través de Yeshúa:
- Efesios 2:14-16:
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación… para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz.”
Yeshúa derribó las barreras culturales y espirituales que separaban a judíos y gentiles, unificándolos en un solo cuerpo espiritual. - 1 Corintios 12:12-13:
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Mashíaj. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres.”
Reconocer esta verdad nos llama a eliminar divisiones y enfocarnos en nuestra identidad común como miembros del cuerpo del Mashíaj.
2. Valorar la Diversidad y el Rol Único de Cada Grupo
La unidad en el Mashíaj no significa uniformidad. Tanto los judíos como los gentiles tienen roles únicos en el plan de Adonái:
- Judíos:
Como el pueblo del pacto, los judíos tienen la responsabilidad de preservar la Toráh y las raíces espirituales que sustentan la fe en Yeshúa. Su existencia como nación demuestra la fidelidad de Adonái. - Gentiles:
Los gentiles son injertados en el olivo de Israel (Romanos 11:17-24) y comparten la misión de proclamar el mensaje de salvación a todas las naciones, reflejando la bendición universal prometida a Avraham.
Al valorar estas diferencias y roles, ambos grupos pueden complementarse mutuamente y trabajar juntos para el Reino de Adonái.
3. Practicar el Amor y el Respeto Mutuo
La unidad se manifiesta en el amor y respeto mutuo, siguiendo el ejemplo del Mashíaj:
- Romanos 12:10:
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”
Tanto judíos como gentiles deben honrar las tradiciones, culturas y contribuciones de cada grupo, evitando la arrogancia espiritual. - Juan 13:34-35:
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.”
Este amor es el testimonio más poderoso al mundo.
4. Reflejar la Luz del Mashíaj
La misión compartida de judíos y gentiles es reflejar la luz del Mashíaj en el mundo:
- Isaías 49:6:
“Te puse por luz para las naciones, a fin de que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.”
Yeshúa, como la luz del mundo, nos llama a ser reflejo de esa luz al proclamar Su mensaje de redención. - Mateo 5:14-16:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Las buenas obras y la obediencia a la Toráh son esenciales para reflejar el carácter de Adonái.
5. Trabajar Juntos para Expandir el Reino
Judíos y gentiles pueden vivir en unidad al colaborar en la misión de hacer discípulos en todas las naciones:
- Mateo 28:19-20:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.”
Este mandato no es exclusivo de un grupo; es una misión compartida que requiere unidad, colaboración y enfoque en la tarea.
6. Superar Obstáculos a la Unidad
La unidad requiere superar los prejuicios, divisiones históricas y malentendidos:
- Arrogancia Espiritual:
Romanos 11 advierte tanto a judíos como a gentiles contra el orgullo espiritual. Judíos no deben menospreciar a los gentiles como forasteros, y gentiles no deben presumir haber reemplazado a Israel. - Tradiciones y Legalismo:
Tanto judíos como gentiles deben evitar imponer tradiciones o reglas que no sean esenciales para la fe en Yeshúa (Hechos 15:10-11), enfocándose en la justicia, la misericordia y la fidelidad.
7. Ejemplo Práctico: La Kehiláh (Comunidad) del Primer Siglo
Las primeras comunidades mesiánicas, formadas por judíos y gentiles, son un ejemplo de cómo vivir en unidad:
- Compartían recursos y necesidades (Hechos 2:44-47).
- Adoraban juntos a Adonái, honrando las Escrituras y participando en las festividades bíblicas.
- Enfrentaban juntos las persecuciones, fortalecidos por su fe común en el Mashíaj.
Un Pueblo, Una Misión
La unidad entre judíos y gentiles bajo el propósito del Mashíaj refleja el diseño eterno de Adonái. Vivir en esta unidad no solo glorifica a Elohím, sino que también sirve como testimonio al mundo del poder transformador del Mashíaj Yeshúa.
¿Por qué es relevante que Yeshúa haya sido específicamente descendiente de Avraham?
La relevancia de que Yeshúa haMashíaj sea descendiente de Avraham es fundamental en el contexto de las Escrituras, ya que conecta el cumplimiento de las promesas de Adonái, establecidas en el Tanaj, con el propósito redentor del Mashíaj. Esta conexión confirma a Yeshúa como el cumplimiento legítimo de las profecías mesiánicas y asegura que Su misión abarca tanto al pueblo judío como a las naciones gentiles.
1. Cumplimiento de las Promesas del Pacto con Avraham
La promesa hecha a Avraham en Bereshit (Génesis) 12:1-3 establece el fundamento del pacto de Adonái con Israel y las naciones:
- Promesa de Bendición Universal:
“En ti serán benditas todas las familias de la tierra.”
Esta promesa apunta directamente a la obra del Mashíaj, quien trajo salvación no solo a Israel, sino también a los gentiles. Como descendiente de Avraham, Yeshúa es la personificación de esta bendición universal. - Promesa de una Simiente:
En Gálatas 3:16, Shaúl (Pablo) interpreta que la “simiente” de Avraham se refiere específicamente al Mashíaj:
“Ahora bien, a Avraham fueron hechas las promesas y a su simiente… esta es el Mashíaj.”
Esto establece a Yeshúa como el heredero legítimo del pacto y el vehículo a través del cual las promesas se cumplen plenamente.
2. Legitimidad como el Mesías de Israel
El linaje de Avraham establece la conexión de Yeshúa con Israel como parte de las promesas hechas al pueblo escogido:
- Génesis 17:7:
“Estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Elohím y el de tu descendencia después de ti.”
Al ser descendiente de Avraham, Yeshúa cumple con los requisitos genealógicos esenciales para ser reconocido como el Mashíaj prometido al pueblo judío. - Mateo 1:1:
El Brit Hadasháh comienza estableciendo que Yeshúa es “hijo de David, hijo de Avraham”, demostrando Su legitimidad como el esperado rey mesiánico.
3. Conexión con el Rol de Israel como Luz para las Naciones
La promesa a Avraham incluyó la misión de ser una bendición para todas las naciones. Yeshúa, como descendiente de Avraham, cumplió este propósito:
- Isaías 49:6:
“Te pondré como luz para las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.”
Yeshúa extendió el mensaje de salvación más allá de Israel, cumpliendo el llamado original de Avraham y su descendencia. - Hechos 13:47:
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.”
4. Herencia Espiritual y Redención
La descendencia de Avraham no es solo un asunto físico, sino también espiritual, como enseña Shaúl en Romanos 4:11-13:
- Padre de Todos los Creyentes:
Avraham es el padre de aquellos que comparten su fe. Yeshúa, como Su descendiente, extiende esta herencia espiritual a todos los que creen en Él, judíos y gentiles. - Redención a través de la Fe:
En Gálatas 3:7-9, se establece que los que son de fe son hijos de Avraham, mostrando cómo la obra de Yeshúa conecta a los creyentes con el pacto original.
5. Cumplimiento Profético: La Bendición de las Naciones
Como descendiente de Avraham, Yeshúa cumple las profecías relacionadas con la inclusión de los gentiles en el plan de redención:
- Isaías 56:6-7:
“A los extranjeros que se unan a Adonái… yo los llevaré a mi monte santo.”
Esto se cumple en Yeshúa, quien derriba las barreras entre judíos y gentiles. - Efesios 2:14:
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno.”
Al ser descendiente de Avraham, Yeshúa une a las naciones bajo la bendición del pacto.
6. Confirmación de la Fidelidad de Adonái
La descendencia de Yeshúa desde Avraham subraya la fidelidad de Adonái a Su pacto:
- Romanos 15:8-9:
“Digo, pues, que Yeshúa ha venido a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Elohím, para confirmar las promesas hechas a los padres.”
La obra de Yeshúa testifica que Elohím cumple lo que promete, asegurando que Su plan redentor permanece constante a través de las generaciones.
Relevancia Eterna
La descendencia de Yeshúa desde Avraham es esencial porque:
- Cumple las Promesas del Tanaj:
Yeshúa valida el pacto eterno hecho con Avraham, asegurando que las promesas de bendición y redención son verdaderas y confiables. - Establece la Legitimidad del Mashíaj:
Su linaje lo identifica como el redentor legítimo de Israel y las naciones. - Une a Judíos y Gentiles:
Al ser la “simiente” de Avraham, Yeshúa extiende la bendición a todas las naciones, unificando a la humanidad bajo un mismo pacto.
Reflexión Final:
El linaje de Yeshúa nos recuerda que el plan de Adonái siempre ha sido global y redentor. ¿Cómo estamos, como herederos espirituales de Avraham, viviendo y compartiendo esta bendición con el mundo?
¿Qué enseñanzas nos deja la fe de Avraham en el cumplimiento de esta profecía mesiánica?
La fe de Avraham es un modelo de confianza absoluta en Adonái, especialmente en el contexto de las promesas mesiánicas cumplidas en Yeshúa haMashíaj. Esta fe nos enseña principios fundamentales que deben guiar nuestras vidas como creyentes y nos conecta directamente con el plan eterno de redención.
1. La Fe como Base de la Relación con Adonái
Avraham demostró que la fe, no las obras, es el fundamento para caminar con Elohím:
- Bereshit (Génesis) 15:6:
“Y creyó a Adonái, y le fue contado por justicia.”
La justicia de Avraham no provino de lo que hizo, sino de su disposición a creer en las promesas de Elohím, incluso cuando parecían imposibles. Esto se refleja en la promesa de una “simiente” que culminaría en el Mashíaj. - Romanos 4:3:
Shaúl cita este verso para enfatizar que la justificación viene por la fe, no por las obras. Así, Yeshúa, como el cumplimiento de la simiente de Avraham, valida esta verdad.
Lección: Nuestra relación con Adonái debe basarse en una fe activa y confiada, que nos lleva a depender completamente de Él.
2. Obediencia Radical a Adonái
La fe de Avraham no fue pasiva; lo llevó a actuar en obediencia:
- Bereshit 12:1-4:
Avraham dejó su tierra y familia sin saber adónde iba, simplemente confiando en la promesa de Adonái de bendecirlo y hacerlo una gran nación. Su obediencia demuestra que la fe auténtica siempre se traduce en acción. - Bereshit 22:1-19:
En el evento conocido como la Akedáh (el sacrificio de Yitzjak), Avraham estuvo dispuesto a ofrecer a su hijo único en obediencia a Adonái, confiando en que Elohím cumpliría Su promesa incluso si Yitzjak era sacrificado. Esto prefigura el sacrificio del Mashíaj, la verdadera “simiente” de Avraham.
Lección: La fe verdadera no solo confía en Elohím, sino que también responde con obediencia, incluso cuando Su voluntad parece difícil de entender.
3. La Confianza en las Promesas de Elohím
Avraham tuvo que esperar décadas para ver el cumplimiento parcial de las promesas de Adonái, pero nunca dejó de confiar:
- Hebreos 11:8-10:
“Por la fe Avraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba… porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Elohím.”
Avraham entendió que sus promesas no eran solo terrenales, sino también espirituales, apuntando al Mashíaj y al Reino eterno. - Romanos 4:20-21:
“No dudó, por incredulidad, de la promesa de Elohím, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Elohím, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.”
Lección: Debemos aprender a confiar en las promesas de Adonái, incluso cuando los resultados no son inmediatos o visibles.
4. La Universalidad del Plan de Redención
Avraham creyó en una promesa que no se limitaba a su familia inmediata, sino que incluía a todas las naciones:
- Bereshit 12:3:
“En ti serán benditas todas las familias de la tierra.”
Esta promesa apunta a Yeshúa, quien extiende la salvación tanto a judíos como a gentiles, haciendo de Avraham el “padre” espiritual de todos los que creen (Gálatas 3:7-9). - Gálatas 3:14:
“Para que en Yeshúa el Mashíaj la bendición de Avraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”
Lección: La fe de Avraham nos enseña que el propósito de Elohím siempre ha sido inclusivo, abarcando a toda la humanidad en un plan redentor universal.
5. La Esperanza en el Cumplimiento Final
Aunque Avraham no vivió para ver el cumplimiento completo de las promesas, permaneció firme en la esperanza:
- Hebreos 11:13:
“Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos y creyéndolo y saludándolo.”
Esto nos recuerda que, al igual que Avraham, nuestra fe debe mirar más allá de esta vida, esperando la redención final en el Reino del Mashíaj.
Lección: La fe nos llama a vivir con una esperanza eterna, sabiendo que Adonái cumplirá todo lo que ha prometido en Su tiempo perfecto.
6. Modelo de Fe para los Creyentes
La fe de Avraham es presentada en el Brit Hadasháh como el modelo para todos los que creen en Yeshúa:
- Romanos 4:16:
“Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la Toráh, sino también para la que es de la fe de Avraham, el cual es padre de todos nosotros.” - Santiago 2:23:
“Y se cumplió la Escritura que dice: Avraham creyó a Elohím, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Elohím.”
Lección: Nuestra fe en Yeshúa debe ser activa, confiada y obediente, siguiendo el ejemplo de Avraham como amigo de Adonái.
La Fe de Avraham y el Mashíaj
La fe de Avraham nos deja enseñanzas profundas que apuntan directamente a Yeshúa haMashíaj. Su confianza en Adonái, su obediencia radical, y su esperanza en las promesas futuras nos invitan a vivir de manera similar, confiando en que el Mashíaj es la culminación de esas promesas.
Reflexión:
¿Cómo podemos hoy demostrar la misma fe activa, obediente y confiada que tuvo Avraham, mientras esperamos el cumplimiento pleno de las promesas de Adonái en nuestras vidas?
¿Cómo se conecta el pacto con Avraham con el Brit Hadasháh?
El pacto con Avraham, establecido en el Tanaj, está intrínsecamente conectado con el Brit Hadasháh (Nuevo Pacto), pues forma la base del plan redentor de Adonái. Este pacto encuentra su cumplimiento pleno en Yeshúa haMashíaj, quien realiza las promesas hechas a Avraham de manera literal y espiritual. La conexión se manifiesta en la continuidad del propósito divino de reconciliar a la humanidad con Adonái y establecer un Reino eterno.
1. El Pacto con Avraham: Promesas Clave
En Bereshit (Génesis) 12:1-3, Adonái establece un pacto con Avraham que incluye tres elementos fundamentales:
- Una gran descendencia:
“Haré de ti una nación grande.” - Una tierra prometida:
“Te daré esta tierra.” - Bendición universal:
“En ti serán benditas todas las familias de la tierra.”
Estas promesas apuntan a un plan que trasciende lo físico e inmediato, proyectándose hacia el propósito mesiánico.
2. El Brit Hadasháh: Cumplimiento en Yeshúa
El Brit Hadasháh no anula el pacto con Avraham, sino que lo cumple y amplía en Yeshúa:
- Yeshúa como la Simiente Prometida:
Shaúl (Pablo) identifica a Yeshúa como el cumplimiento de la promesa de una “simiente” singular:
“Ahora bien, a Avraham fueron hechas las promesas y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es el Mashíaj.” (Gálatas 3:16). - Bendición Universal:
En Yeshúa, la bendición prometida a las naciones se extiende a todos los que creen, judíos y gentiles, reconciliándolos con Adonái:
“Para que en Yeshúa el Mashíaj la bendición de Avraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.” (Gálatas 3:14).
3. La Justificación por Fe
El Brit Hadasháh enseña que la fe de Avraham es el modelo para la justificación, lo que conecta su pacto con la obra de redención de Yeshúa:
- Romanos 4:3:
“Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Avraham a Elohím, y le fue contado por justicia.”
De igual manera, los creyentes en Yeshúa son justificados por la fe, no por obras, cumpliendo la promesa de que en Avraham serían benditas todas las familias de la tierra. - Efesios 2:8-9:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Elohím; no por obras, para que nadie se gloríe.”
4. La Inclusión de los Gentiles
El pacto con Avraham tiene una dimensión universal que se concreta en el Brit Hadasháh mediante la inclusión de los gentiles en el pueblo de Adonái:
- Injertados en el Olivo Espiritual:
En Romanos 11:17-24, Shaúl describe a los gentiles como ramas injertadas en el olivo de Israel, compartiendo las bendiciones del pacto de Avraham. Esto muestra que la obra de Yeshúa no reemplaza a Israel, sino que incorpora a los gentiles en la familia de fe. - Efesios 2:12-13:
“En aquel tiempo estabais sin Mashíaj, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Elohím en el mundo. Pero ahora en Yeshúa haMashíaj, vosotros que en otro tiempo estabais lejos habéis sido hechos cercanos por la sangre del Mashíaj.”
5. La Promesa del Ruaj HaKodesh (Espíritu de Santidad)
La conexión entre el pacto de Avraham y el Brit Hadasháh se manifiesta en la promesa del Espíritu de Santidad, como una señal de la bendición universal:
- Gálatas 3:14:
“Para que en Yeshúa el Mashíaj la bendición de Avraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”
El Espíritu de Santidad es el sello del nuevo pacto, derramado sobre Israel, judíos, y gentiles como cumplimiento de las promesas de Adonái.
6. La Herencia Espiritual
El Brit Hadasháh enseña que la herencia prometida a Avraham no se limita a la tierra de Israel, sino que abarca un Reino eterno:
- Hebreos 11:8-10:
“Por la fe Avraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia… porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Elohím.”
En Yeshúa, esta herencia se extiende a todos los creyentes como ciudadanos del Reino de Adonái.
7. Yeshúa como Mediador del Nuevo Pacto
El Brit Hadasháh describe a Yeshúa como el mediador del nuevo pacto, que es la culminación del pacto de Avraham:
- Jeremías 31:31-34:
El pacto renovado promete la escritura de la Toráh en los corazones, algo que se cumple en Yeshúa y la obra del Espíritu. - Hebreos 8:6:
“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.”
Este mejor pacto no reemplaza al pacto de Avraham, sino que lo realiza en su plenitud.
Conclusión: La Conexión Profunda
El pacto con Avraham y el Brit Hadasháh están inseparablemente conectados, formando un plan divino coherente:
- Continuidad del Plan Redentor:
Adonái, fiel a Su palabra, cumple las promesas hechas a Avraham a través de Yeshúa. - Inclusión Universal:
La bendición prometida a Avraham se extiende a todas las naciones en el Brit Hadasháh. - Transformación Espiritual:
A través de Yeshúa, los creyentes reciben la justicia de la fe, la herencia del Reino y la presencia del Espíritu Santo.
Reflexión Final:
¿Cómo podemos, como herederos del pacto de Avraham a través de Yeshúa, vivir de manera que refleje la fe, la obediencia y la misión universal de bendecir a todas las naciones?
Tefiláh (Oración) por la Profecía #6
Adonái יהוה, Elohím de Avraham, Yitzjak y Yaakov, te alabamos por tu fidelidad eterna y tus promesas que nunca fallan. Gracias por el pacto que hiciste con Avraham, en el cual prometiste bendecir a todas las naciones a través de su descendencia. Reconocemos que en Yeshúa haMashíaj, esa promesa se ha cumplido plenamente, trayendo redención no solo a Israel, sino también a los gentiles.
Padre Celestial, enséñanos a caminar en la fe de Avraham, confiando en tus promesas incluso cuando no vemos su cumplimiento inmediato. Ayúdanos a ser obedientes como él lo fue, respondiendo a tu llamado con valentía y acción. Llénanos con tu Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo) para que podamos ser instrumentos de tu bendición en este mundo.
Que nuestras vidas reflejen la luz de Yeshúa, el cumplimiento de tu pacto, y que podamos ser testigos de tu amor y salvación a todas las naciones. Enséñanos a vivir en unidad, como judíos y gentiles reconciliados en el Mashíaj, proclamando tu gloria y extendiendo tu Reino.
Bendito seas, Adonái, por tu fidelidad a través de las generaciones. Que nuestros corazones siempre te busquen, y que nuestras vidas sean un testimonio de tu verdad eterna. En el nombre de Yeshúa haMashíaj, la simiente de Avraham, quien vive y reina para siempre.
Amén.
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